El orgasmo te hace sentir ¡Multiorgásmicamente feliz!
Tener un orgasmo no depende de lo versátil que sea tu pareja ni de tu experiencia sexual, se trata de que sueltes el control y te dejes llevar hacia el disfrute de tus sentidos o zonas erógenas
Aún hoy en día que las mujeres han escalado tantos peldaños y cuando ya se han roto esquemas y tabúes, tan solo mencionar la palabra “orgasmo” hace que a muchas le brillen los ojos y contengan la complicidad en sus sonrisas, otras esquivan la mirada o se ruborizan. Una de cada tres mujeres tiene dificultades para alcanzarlo, bien sea por condicionamientos familiares, sociales, abusos o esquemas mentales muy rígidos, y aún así, dudan al momento de buscar apoyo para revertir esa situación. ¿Te sientes identificada?
Entrégate a la experiencia
Un orgasmo son segundos de éxtasis, de comunión, bien sea sola o en pareja. Es una chispa de la fuerza y energía del cosmos, en donde el mismo universo sabe los segundos justos que te entrega para experimentarlo. ¿Te imaginas experimentar esto durante una hora seguida? ¡Y no es imposible!
Existen las emergencias sexuales y están documentadas. Durante una relación sexual, una mujer tuvo un orgasmo y luego continuó con uno tras otro sin ser penetrada. Aunque en un principio fue excitante para ella y su pareja, fue necesario llevarla a la clínica, y cada vez que experimentaba la sensación le venían dolores, como los de parto.
Por lo general el momento se va en nanosegundos, y algunas mujeres no valoran la energía y fuerza que pueden elevar. ¡El efecto es muy poderoso si te permites vivirlo a plenitud!
¿Misión imposible?
¿Por qué si nacemos con esa fuerza natural, hay mujeres que no logran tener la experiencia? En algunos casos, para que suceda justifican la pareja, el estado de ánimo, la agenda del día, y se pierden de sus beneficios y consagraciones. Tenerlo eleva tu energía, te lleva a descubrir la cantidad de gozo que habita en ti y a un estado de éxtasis “no mente y no tiempo”. ¿Alguna vez has soltado el control para entregarte totalmente a esa experiencia?
– Más allá del clítoris. El cuerpo es un camino, un recorrido previo que te permite conocerte y sensibilizarte con todos tus sentidos (que son una puerta al placer). La sensación es el disfrute de tu erotismo. Libérate, sé auténtica y fiel a ti misma.
– Es tu responsabilidad ser multiorgásmica. Conocerte y que te conozcan, comunicar qué te gusta, qué no y cómo quieres que te toquen, depende de ti. Si no lo sabes tú, ¿quién más puede hacerlo? No tengas vergüenza de guiar y dejar que el otro conozca la intensidad de tus zonas erógenas, permítete confiar, entregarte y dejarte llevar.
Olvídate de la “meta”
Hacer el amor y pensar a la vez en llegar al orgasmo, o fingirlo, puede convertirse en un círculo vicioso en el que disminuye tu autovaloración y tienes todas las de perder.
– ¿Te saboteas? Puede que te distraigas con pensamientos o que estés presente físicamente siguiendo el ritmo de tu pareja, pero ausente de ti misma, porque decides pensar en la agenda del día siguiente, los niños, la celulitis, la luz, si al otro le gustará o no. Deja de dudar de ti misma, experimenta y vive el momento a plenitud.
– La sombra de “la ex”. Si esto es algo que viene a tu mente, tal vez tengas inseguridades en cuanto a saber si satisfaces a tu pareja, no por el amor o interés de querer compartirte, sino por el miedo y la comparación de saber si eres más o menos. Pensar de esta manera es absurdo. ¿Te doy un secreto? Mientras más te disfrutes y estés presente con todos tus cuerpos, mayor energía sexual compartirás y entregarás.
Por si fuera poco…
Los orgasmos tienen muchos beneficios, te hacen estar de buen humor, con un brillo especial en tu rostro y piel, disminuyen el estrés, ayudan a conciliar el sueño y alivian los dolores de cabeza. También aumentan tu bienestar, autoestima y confianza en ti misma. ¡No hay excusas para no estar multiorgásmicamente feliz!